Siempre se dice que no es posible tener contento a todo el mundo, pero en casos como la inversión en deporte es casi imposible discrepar de que es una buena decisión en todos los sentidos.

Las empresas, hace bastante tiempo, detectaron la importancia estratégica de las emociones en la publicidad y, recientemente, comprueban un interés creciente por la salud, el bienestar y la responsabilidad social y medioambiental. No es de extrañar pues que uno de los sectores más interesantes a nivel de comunicación sea el deportivo, y es que el deporte ya no sólo se asocia a la salud sino que representa una serie de valores como el esfuerzo, la superación y el trabajo en equipo.

Organizaciones internacionales llevan años sirviéndose del patrocinio de entidades como las fundaciones, eventos y deportistas reconocidos para ligar su imagen a estos valores.  Si nos centramos en España, vemos que es uno de los países donde más efectiva es este tipo de publicidad. Su auge deportivo la ha posicionado como un país de referencia a nivel internacional, lo que hace que los ciudadanos se sientan no sólo interesados por deportes tradicionales como el fútbol, el tenis o el baloncesto, sino también por otros deportes como el ciclismo o minoritarios como el bádminton. Y en esto juega un papel importante que algunos de los mejores deportistas del mundo en estas disciplinas, son españoles, como es el caso de Pau y Marc Gasol en baloncesto o el de Alberto Contador en ciclismo. La consciencia de estos deportistas del interés empresarial en utilizar su imagen les ha impulsado a constituir fundaciones fácilmente financiables tanto por la inversión empresarial como por la respuesta de los ciudadanos. Sus fundaciones han pasado a ser un punto de encuentro.

De hecho, una de las fundaciones con las que trabajamos en PYMEF, Patrozinia, se dedica a poner en contacto a las personas y entidades involucradas en el mundo deportivo con aquellas otras personas del mundo empresarial. La idea es plasmar que con sacrificio y esfuerzo han conseguido alcanzar el éxito y quieren devolver, de forma solidaria y colaborativa, a la sociedad parte de ese éxito, entendiendo  que los valores de esfuerzo y sacrificio son coincidentes con los valores deportivos.

Otra de nuestras fundaciones referentes en el terreno deportivo es la del ochomilista Carlos Pauner. La Fundación Carlos Pauner está orientada a la ayuda a un orfanato y varias escuelas de Nepal, con los que el alpinista dio durante sus expediciones al Himalaya, para que los niños puedan tener acceso a una educación de calidad que les permita, algún día, alcanzar sus metas. Además, Carlos promociona el territorio aragonés, donde nació y empezó su carrera  deportiva profesional y donde es más que reconocido por ser el primer aragonés en coronar las 14 cumbres más altas del planeta. Gracias a esta variable territorial, la Fundación es atractiva para varias empresas potentes en Aragón cuya imagen va en línea con los valores que Carlos Pauner representa.

Este estudio de las variables estratégicas es bastante recurrente en el mundo de la esponsorización deportiva; la empresa define qué imagen quiere transmitir y, en función de los aspectos a reforzar, buscan eventos o deportistas a los que asociarse por su naturaleza o situación.  Un ejemplo es el de Banesto, que escogió a Rafa Nadal como imagen cuando tuvo la lesión en la rodilla como caso evidente de resilencia.

Pero más allá de potenciar o direccionar la imagen corporativa, podemos encontrar empresas que optan por integrar los valores deportivos en la estrategia global de RSC.

Decathlon, muy inteligentemente, ha conseguido ligar su identidad deportiva a un evento con fines benéficos. Una vez al año, prepara una jornada con el lema corre por ellos. En todas sus tiendas, pone durante 12 h. a disposición de todo aquel que quiera participar varias cintas y por cada km recorrido donan un kilo de comida a una protectora de animales. Las colas de espera en sus locales multiplican su longitud esos días.

Además, si la empresa facilita que los propios empleados participen o sean voluntarios, alcanzará a más grupos de interés y mejorará la relación con su entorno.  Dentro de la inversión en RSC interna, una de las medidas más efectivas a corto plazo son los torneos inter-empresa, que fomentan el sentimiento de grupo y mejoran el trabajo en equipo. Es decir, siempre hay formas de hacer aún más completa la estrategia. Es un campo en constante innovación, necesitado de ingenio y actualización conforme al avance social y tecnológico.

 

En PYMEF, conscientes de la importancia de integrar una buena estrategia de RSC, apostamos por el estudio y la investigación constante para estar a la última. Ponte en contacto con nosotros escribiéndonos a info@ymef.org o llama al 674 024 934.