La filantropía está creciendo, se está haciendo más visible. Especialmente en los últimos años, comprobamos una evolución prometedora en el campo de la donación, con un aumento en el volumen, en el nivel de impacto. Cada vez más, se considera que la filantropía es un motor para las inversiones estratégicas y en los desafíos sociales. Y en este sector una parte importante, junto a Estados Unidos, es Europa.

En PYMEF apostamos por el crecimiento del tejido fundacional español aportando a iniciativas de interés general las herramientas necesarias para crecer y desarrollarse como fundaciones. Trabajamos con entidades de distintos ámbitos -la salud, la educación, la preservación del terrotorio y la cultura, el deporte…- para que crezcan a nuestro lado, tejiendo una red asistencial y encontrando afinidades entre nuestras fundaciones asociadas.

Europa cuenta con una proporción de unas 30 fundaciones por cada 100.000 habitantes, pero con densidades muy diferentes según el país y dentro de éstos por regiones. A menudo, estas diferencias regionales, reflejan diferencias económicas o herencias de naturaleza cultural.

Es el caso, llamativo, de algunos países como Italia y España donde se reduce literalmente a la mitad, o más: entre la mitad norte que alberga la gran mayoría de las fundaciones y la mitad sur con una red filantrópica pequeña. En España, como ya hemos comentado en otras ocasiones –puedes leer mi artículo al respecto haciendo click aquí– la distancia puede ser de hasta 27 puntos.

Por densidad, Suiza es el país de las fundaciones: con 162 fundaciones para 100.000 habitantes, una fundación para 620 ciudadanos, aunque dentro del propio país, Basilea tiene una concentración todavía más alta: 468 fundaciones por cada 100.000 habitantes.

Alemania, es el país con el mayor número de fundaciones en Europa, también con grandes diferencias territoriales, especialmente con la zona del este con menos del 7% de fundaciones por su atadura al comunismo durante décadas. Y de resaltar que las ciudades con el mayor número de fundaciones son aquellas en las que las que tienen gran importancia sus compañías mercantiles o por su historia universitaria. Hamburgo, con más de 1300 es la ciudad con mayor cantidad de fundaciones.

También es alta la concentración de fundaciones en Dinamarca donde se habla de catorce mil fundaciones con activos que superan los treinta mil millones de euros y donde no se dedican a temas sociales pues de eso se encarga el estado con el que además colaboran en mantener numerosos museos. Y hay casi 1500 fundaciones empresariales, muchas veces como mecanismo para que la empresa no se pierda con la muerte del fundador.

En Finlandia el estado se reparte con las fundaciones el denominado «bienestar»: él se dedica a lo básico y ellas a la excelencia, la innovación y la cultura. Así en la universidad el estado cuida del edificio y la fundación de los doctorados y los becarios. En Noruega y en Suecia, son marginales.

En Bélgica, la concentración es particular: el 45% de las fundaciones están en Bruselas donde la concentración es de más de 40 por cada 100 000 habitantes, frente a Flandes y Valonia (con solo 5 y 7 fundaciones por cada 100 000 habitantes).

Polonia es otro caso especial, pues de cada docena de donantes europeos, uno es polaco. Tiene en su territorio una de casa siete fundaciones: sus 16.000 fundaciones representan casi el 15% de Europa. Su densidad también es alta: 40 por cada 100.000 personas. En el origen del desarrollo fundacional se suele comentar el importante apoyo internacional que tras el comunismo, contribuyó al surgimiento de la sociedad civil polaca. En concreto el consorcio de fundaciones estadounidenses como la Ford, Rockefeller, Mott y Open Society, que han consolidado algunas de las fundaciones polacas más importantes, como la Stefan Batory. O la Academia para el Desarrollo de la Filantropía en Polonia de 1988, por iniciativa de USAID y con el respaldo de 180 donantes institucionales.

Reino Unido, es un caso peculiar por contar Los donantes que más donan y contribuye con casi la mitad del total de las donaciones europeas, seguido de Alemania e Italia: son los tres países donde los donantes más contribuyen individualmente. Uno de cada cinco donantes es británico, y la donación media es de unos 400 euros. Y es también la contribución mayor en términos absolutos y en relación con el PIB por habitante.

Como escribíamos hace unas semanas, hay que tener en cuenta que las formas jurídicas son diferentes en el Reino Unido. La filantropía en la cultura anglosajona, históricamente ha sido una práctica habitual: el dar es un acto de reconocimiento social, que se muestra con facilidad, no íntimo y personal como puede ser en Francia o en España.

De hecho, el negocio de la recogida de fondos es importante y cuentan con una gran variedad de métodos de donación. Es lo más similar a la situación de Estados Unidos.

Ponte en contacto con nosotros si quieres que colaboremos con tu iniciativa para alcanzar juntos los objetivos que os habéis propuesto. Escríbenos en info@pymef.org y te dearemos respuesta a la mayor brevedad.