Donde primero se ven las innovaciones tecnológicas es casi el 100% de las veces en el sector empresarial. La forma de funcionar de las empresas siempre ha sido la de tratar de destacar sobre la competencia y para eso se han servido de muchas estrategias: desde la creación de marcas, la publicidad, el uso de estrellas, las ofertas…pero actualmente sin duda la que se lleva la palma es la de ser punteras en tecnología. La tecnología ya no es sólo una forma de difusión, sino que se integra en la propia identidad corporativa y en la forma de interactuar con sus grupos de interés.  Vemos empresas millonarias que se comunican tanto con sus clientes como con sus empleados a través de aplicaciones móviles, muchas tiendas físicas están cerrando para pasarse al entorno digital y constantemente aparecen servicios nuevos que sólo pueden existir gracias a internet. Hablamos de una nueva forma entender la realidad y movernos en ella. Las nuevas generaciones van a concebir la vida de una forma completamente diferente a la de sus padres.

No es difícil llegar a la conclusión de que este cambio social ya está afectando a todo tipo de entidades, incluyendo al tercer sector. Una fundación que quiera llegar a marcar algún cambio tiene necesariamente que adoptar una estrategia digital para poder comunicarse con cualquiera de sus grupos de interés, ya sean voluntarios, donantes, proveedores, beneficiarios…  sin ésta, se condena a pasar desapercibida.

 

Darwinismo. En el siglo XX la empresa grande se comía a la pequeña; en el siglo XXI la rápida se desayuna a la lenta

Andy Stalman, experto en branding

 

Sin embargo, actualmente sólo el 8% de las ONG tienen una estrategia digital definida. La mayoría se interesan por el marketing digital como forma de llegar a un número mayor de personas, es decir, su base social. Pero este tipo de actuaciones son mediocres, todo tipo de entidad ha de tener necesariamente algún tipo de presencia en redes, así que los objetivos a fijarse para poder tener una mayor repercusión han de estar integrados en la propia identidad. Ser parte de su ‘quién’ y  ‘cómo’,  pero sin perder nunca de vista la misión fundacional.

Es en este punto, cuando se choca con la complicada tarea de lograr el equilibrio entre la misión, visión y valores de la fundación y una estrategia digital que se integre en su funcionamiento. Una estrategia digital mal gestionada puede llevar a un descontrol de la identidad y un distanciamiento de sus objetivos, así que es necesario recurrir a expertos en marketing digital.

El problema del tercer sector es que generalmente tienen presupuestos limitados y no pueden permitirse los servicios de profesionales. Lo más habitual es ver a varios de los miembros de la entidad dividiéndose las tareas de comunicación, aunque no sea la especialidad de ninguno de ellos y lo hagan de forma secundaria, dedicando el tiempo sobrante, simplemente porque es necesario tener un mínimo de presencia en la red. Algunas veces incluso hacen algún curso de marketing digital online gratuito para mejorar sus competencias, pero esa no es su función en la fundación. Ellos han de ser buenos en lo suyo y trabajar colaborativamente con expertos en el terreno de la comunicación, aportándose los unos a los otros. Sólo así se pueden lograr resultados realmente profesionales tanto a nivel de contenido como estratégicos.

Es imprescindible que la dirección sepa mirar más allá del día a día y se posicione en una perspectiva a largo plazo. Los presupuestos dedicados a la estrategia digital no pueden ser los minoritarios. A la hora de distribuirlos hay que ser conscientes del alcance y  la importancia que tiene esa partida. En caso contrario, a la larga están condenando a su fundación a caer en un saco lleno de muchas otras entidades donde se pierden todos los objetivos que un día les impulsaron a constituirla.

 

En PYMEF contamos con un equipo de expertos en marketing digital especializado en fundaciones. Si quieres una estrategia digital que no sólo sea efectiva sino que destaque dentro del sector fundacional, ponte en contacto con nosotros para empezar a trabajar cuanto antes. La velocidad es nuestro mejor aliado.