Aunque las criptomonedas sean aún desconocidas para gran parte de la población su uso está cada vez más extendido, llegando también al sector fundacional.

La primera plataforma de crowdfunding basada en tecnología de blockchain nace en Estados Unidos en 2013, BitGive, y un par de años después le sigue BitHope, de origen búlgaro, que también sería de las primeras en llegar a alianzas con algunas de las grandes ONG para que apostasen por las donaciones mediante criptoactivos.

En 2016 ya trabajaban con algunas de las grandes ONG como Save the Children, The Water Project o Cruz Roja, entre otras.

Si bien estas plataformas empezaron trabajando con Bitcoin, en la actualidad, con el auge de las criptomonedas, las nuevas apps que dan soporte a tipo de mecenazgo aceptan una oferta mucho más amplia de criptomonedas. Por ejemplo, en 2017 UNICEF empezó a trabajar con la Fundación Ethereum, nacida sobre la base de la criptomoneda Ether y aprovechando la mayor versatilidad de estos activos lanzó el programa Gamer Chaingers, que en lugar de solicitar las tradicionales aportaciones dinerarias se dirigía a los gamers y les animaba a participar mediante actividades de minería digital. Si bien el programa no tuvo mucho éxito, dejaba entre ver las posibilidades que abre este nuevo campo.

A día de hoy destaca The Giving Block, una plataforma que pone en contacto a organizaciones y donantes de criptoactivos y que acepta más de 90 criptomonedas. Además, permite que las organizaciones instalen en sus webs un widget con el que canalizar las donaciones, de forma similar a como ocurre con las aportaciones dinerarias y aplicaciones como Stockcrowd.  Podemos verla dentro de la red PYMEF en la Fundación Santuario Vegan, que incluye entre sus opciones de donación de criptomonedas

Pero ojo, como en todo, en seguida aparece quienes se intentan aprovechar de la situación. Los expertos alertan de la aparición de estafadores que se hacen pasar por entidades sin ánimo de lucro para recaudar donativos y que actúan principalmente a través de Twitter y Youtube. Temas como la guerra de Ucrania o los terremotos de Turquía y Siria están siendo algunas de las causas empleadas para atraer a sus víctimas. Por ello, nos hacen una serie de recomendaciones a tener en cuenta a la hora de hacer criptodonaciones:

  • Comprobar la web de la organización. Generalmente se puede apreciar la falsedad en las propia URL o al navegar por su web. Suelen diseñar landings con apariencia real o imitando a otras entidades reconocidas, pero si intentamos navegar muchos de los links estarán rotos, nos remitirán a la misma página, etc.
  • No contestar a correos electrónicos o sms ni compartir datos de nuestra cartera de criptomonedas a través redes sociales ni otro tipo de aplicación.

Y, ante la duda, contactar con la fundación para asegurarnos de que son ellos los responsables de la campaña.

Aún quedan muchos espacios por completar en el campo de las criptomonedas y su evolución, empezando por la legislación. Algo especialmente relevante para la fundaciones cuando hablamos del ámbito fiscal.

Ver también: Donaciones que dan derecho a deducción

Imagen de Freepik