Recientemente desde el Proyecto Valor Social de CaixaBank se lanzaba el Informe 2022, donde entre otros, se refiere a la medición y gestión del impacto como factor inseparable del buen funcionamiento de una organización.

Lisa Hehenberger asemeja el concepto de impacto social en fundaciones a la cuenta de explotación en una empresa, señalando que una organización de carácter social no puede saber si está logrando sus objetivos si no mide el resultado de sus acciones.

Para empezar, delimitamos el concepto de impacto social, entendiéndolo como el efecto de las actividades de una fundación en su ámbito de actuación, en particular en lo que se refiere a sus fines fundacionales. Por tanto, cuando hablamos de “medir el impacto social de una fundación”, se puede decir que pretendemos conocer su efectividad. Algo básico que debemos conocer para optimizar el funcionamiento de nuestra organización.

Utilidad de la medición del impacto

Como comentábamos lo que se pretende cuando hacemos mediciones de impacto es, resumidamente, saber si estamos trabajando bien y optimizar nuestra forma de trabajar. Como en todo tipo de organización se pretende lograr el equilibrio entre inputs-outputs de la forma más eficiente.

Es aquí cuando interviene la gestión del impacto, ya que estas mediciones no tendrían sentido si no sirven para tomar decisiones. Es necesario que estos estudios sean rigurosos y de calidad, pues son nuestros “ojos” a efectos de adecuar el funcionamiento de nuestra ONG: que actividades hemos de priorizar, cuáles iniciar, o cuáles no valen la pena, cómo mejorar nuestros resultados, si los recursos que estamos empleando son los idóneos….etc.

Cómo se mide el impacto

Lo primero es tener claro el objetivo de nuestra fundación, qué queremos conseguir, en cuánto tiempo lo queremos conseguir, cómo lo queremos conseguir y qué recursos queremos emplear. Partiendo de nuestras certezas ya podemos pasar a identificar si la combinación que estamos empleando es la adecuada y está dando los frutos esperados o si deberíamos replantearnos cambiar alguna de estas variables. A cada una de estas cuestiones se le asignan unos indicadores que definan cada tipo de impacto, lo que se pretende es poder cuantificar, de la forma más objetiva posible, los resultados de nuestro impacto. Por ejemplo, para el cado de apoyo a niños de familias vulnerables en edad escolar se podría medir el número de beneficiarios, de éstos, cuantos superan las asignaturas de su curso, el ratio de recursos-consecución del objetivos, los que acaban la escuela…

Existen bastantes sistemas para medir este impacto, pero los más conocidos son los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), que cuentan con una guía conocida como la SDG Compass (o brújula de los ODS). Esta brújula contiene 5 pasos consecutivos claros y sencillos y fácilmente adaptables a cualquier tipo de organización, como el mapeo de la cadena de valor, que nos muestra cómo esquematizar el funcionamiento de nuestra organización e identificar sus impactos, positivos y negativos, en cada uno de los procesos.

Asimismo, en 2015 la European Venture Philanthropy Association (EVPA) publicaba una guía sobre la medición y gestión del impacto que desarrolla cinco pasos generales de la medición, planteando una Teoría de Cambio. La AEF, en colaboración con EVPA, lo publicaron traducido al castellano.

En este punto, cabe destacar lo imprescindible de la comunicación con los agentes involucrados, ya sean beneficiarios directos o cualquier otra persona afectada por nuestro trabajo. Un ejemplo sería una fundación cuyo objeto es ayudar a mujeres víctimas de violencia de género con hijos menores. Será necesario conocer sus circunstancias, concretar los problemas a los que enfrentan y qué necesitan para mejorar su situación. No tiene sentido actuar de forma unidireccional sin saber si las acciones de nuestra fundación están siendo realmente de ayuda.

La medición en el sector fundacional

Las fundaciones están empezando a integrar le medición del impacto en su organización, pero todavía no está demasiado extendida. Son las fundaciones con más recursos, o las nacidas de empresas acostumbradas a trabajar con esta herramienta, las que realizan mediciones de su impacto para mejorar su funcionamiento. Pero queremos destacar que los resultados obtenidos de la medición del impacto de nuestra fundación no han de quedarse dentro de nuestra entidad, únicamente como información interna, sino que han de ser parte de nuestra comunicación externa. Un ejemplo es el proyecto de Músicos por la Salud, que a final de año sintetiza sus mediciones y las convierte en un informe que recoge sus actividades y logros. Su buena gestión le ha llevado a ser una fundación reconocida y apoyada por instituciones públicas y privadas, garantizándose un futuro y crecimiento dentro del sector fundacional.

No son pocas fundaciones las que escasean de información sobre sus cifras, actividades, organigrama o gestión para los agentes involucrados en su trabajo o de cara al público general, algo que es especialmente relevante cuando le estás pidiendo a los donantes y beneficiarios que confíen en ti. También la mencionada brújula de los ODS se refiere a la comunicación externa, siendo éste su quinto paso.

La transparencia en fundaciones es algo especialmente valorado por aquellos que están evaluado la posibilidad de aportar recursos. Para el caso de ayudas y subvenciones ya no podemos encontrar aquella que no requieran informes de transparencia con cifras e indicadores tras los cuales haya una estrategia efectiva de medición de impacto.

Terminar diciendo que se trata de un proceso constante y continuado. De nada sirve hacer una medición de forma puntual y si no tomamos nuevas muestras cuando adaptamos nuestras decisiones en función de los resultados, ¿cómo sabemos si esa decisión ha sido la adecuada? ¿estamos funcionado mejor o peor que antes?¿podemos seguir mejorando?¿han aparecido nuevos frentes que cubrir? Si bien para pequeñas fundaciones puede parecer algo aplazable, hay que tener en cuentas que sin medir resultados estamos caminando a ciegas, hacer u esfuerzo sin saber si está siendo efectivo. Por eso, hemos de hacer un esfuerzo y priorizarla, hasta el lugar que corresponde.

Ver también: Las fundaciones españolas, más allá de la transparencia.

Si quieres hacer una medición del impacto de tu fundación pero querrías orientación para empezar a trabajar en ella, puedes ponerte en contacto con nosotros escribiendo a info@pymef.org o llamando al 976 11 61 11. Estaremos encantados de estudiar tu caso, y orientarte para que funciones de la mejor forma y con seguridad.

 

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